Saltar al contenido

«El porno».

27 de junio de 2015

074_630x355

De repente nadie ve porno. La hipocresía humana no tiene límites. Que ascazo. La doble moral, el doble fondo, las mentiras. Millones y millones de visitas diarias pero nadie las ve. 40 millones de entradas en un solo portal al día, pero nadie las ve, ni mujeres ni hombres. Detrás de la negación del sexo suele haber males tremendos, males de destruir a las personas que se encuadra dentro del moobing, de la del crímen.

Es un poco como la masturbación. Antes nadie se masturbaba, pero todo el mundo lo hacía, a menudo o a veces.

En los trabajos puedes fumar, puedes beber alcohol, pueden hacer mobbing, pero no pueden ver sexo.

Como juez, puedes recibir sobres, ser de una Logia contra los intereses soberanos, pero no puedes ver sexo.

La victimización del sexo, aunque sea práctica de la totalidad se usa como arma de moobing o desprestigio, hasta incluso la destrucción de la integridad personal, como con el nuevo revenge o venganza, que es la expresión más deleznable de la posesión, el despecho, los celos y la envidia. Mezclando en un mismo cajón de sastre, bajas pasiones y pecados humanos con la grandeza, excelencia y regalo de Dios del sexo como forma de expresión, placer, comunicación y fantasías que liberan. El daño que causan los malos al sexo es la nueva victimización del sexo por asociarla a la pedofilia, el abuso, la violación y el manejo de la integridad. Lucifer sabe en dónde colocarse para oprimirnos.

La sociedad sabe que lo hacen pero su doble moral deja un amplio margen para perjudicar el prestigio de las personas solo por gustarles el sexo independientemente de la variante.

Antes se garantizaba la licencia de placer a los más privilegiados, amantes, pisitos para amantes, pisitos para encuentros, casas de citas que ahora se han popularizado a cualquier persona que desee probar, conocer y degustarlo cada día.

Las fantasías que se desprenden al sexo de cada persona, son fruto de su experiencia, de su educación, o de su represión, de su desgracia o de su éxito -todo entra y vale en el saco de la fantasía fruto del bagaje de la vida-, y como parte de su experiencia satisfactoria o no en la vida, tienen derecho a liberarla para sí mismo, su satisfacción, su autoconocimiento y su unión con la vida en cada acto o fantasia pensada o realizada.

La frontera en la ética sexual, debe estar en el respeto por la vida e integridad ajena, las formas y fantasias para practicarlo son jurisdicción particular, y los que lo usan para atacar, desprestigiar y destruir a los demás, seguramente no son gente que gocen, o si lo hacen su hipocresía se alía con el mal.

From → Uncategorized

2 comentarios
  1. rafael valdez permalink

    Verdad, todo es cierto. Una actividad tan hermosa y delicada vista como perversa. La práctica del hombre y el juzgamiento ensucia al sexo y la fatalidad religiosa lo convierte en un desastre.

  2. George permalink

    Buena reflexion !
    Reprimir el sexo es pura incitacion al sexo. Eso si, hay que tener una cierta etica personal.
    Los obispos catolicos, repriman el sexo a traves de la castidad y ya sabemos por donde se desborda.
    Y claro esta, la elite utiliza el sexo como intoxicacion al dia de hoy via internet, igual como utiliza la informacion geopolitica en los medios alternativos.
    Antes la informacion sobre la geopolitica era el privilegio de pocos, era una informacion muy escasa para las masas que no podrian despertar, a falta de conocimiento, informacion.

    Pero a la medida que las masas tienen acceso a internet, las elites utilizan la «sobredosis» de informacion mezclada, con mentiras o medio-verdades con el mismo efecto de que las masas no despierten… o dandole la sensacion de un despertar – pero controlado, siendo manipuladas para comprender la realidad de una forma eronea – pistas falsas como los BRICS, SALVADORES DEL DESASTRE OCCIDENTAL.
    Tanto unos como otros estan controlados por los mismos, pero juegan un papel distinto en el culebron hegeliano, de los malos y los buenos.

Los comentarios están cerrados.

A %d blogueros les gusta esto: