«El marcado con microchips ya es efectivo a través de la comida y bebida».

7 de May de 2014

Es el primer edificio de la Rue de Loi , 200; según se baja a la derecha- en Bélgica dicen según se sube, pero la calle desciende, no asciende-, en las tres primeras plantas de la Comisión Europea.

El marcado con microchips ya es efectivo a través de la comida y bebida sin que lo sepamos. Lo ingerimos a través de la comida y bebida de las empresas illuminatis vinculadas al proyecto del NOM Nuevo Orden Mundial.

Bajo la denominación Monsanto están casi todas las grandes marcas de consumo de los supermercados. Productos tan conocidos como Nestlé o Coca Cola, algunos vinos -como los Rioja de Samaniego de Benjamin Rothschild-, Nescafé, o Donuts, McDonalds burgers, patatas fritas de bolsa, chicles, caramelos, sacarina aspartame de Monsanto, o docenas de productos llevan los nanomarcadores y que ya no hace falta inocular o inyectar, ni nuestro consentimiento. Se implantan a través de nuestra alimentación.

Me atrevería a decir que una frecuencia electromagnética HAARP, invisible, puede afectar y alterar los nano chips, produciendo dolores de cabeza, excitación o depresión, cansancio, sensación de hipoglucemia, dependiendo de los chips y la frecuencia aplicada. Para combatirla te ves obligado a tomar chocolate, café o sus coca colas, todas tratadas con aún más de mano chips.

Cada chip marca todo lo que venga de esa persona y se le asigna un código que por su ubicación domiciliaria y arcos y cámaras de seguridad que atravesamos a diario, van definiendo quien es sin molestarle, y sin que lo sepas.
Por eso los routers de los contadores eléctricos de las casas de cada domicilio tienen una potencia equivalente a 10 domésticos, y ubican la persona y sus hábitos. A este código de 16 dígitos se le van añadiendo datos: desde su cuenta bancaria, números de móvil y teléfono fijo, e-mails de texto imágenes y vídeos que miramos e intercambiamos y sms, número de la seguridad social, enfermedades que padecemos o hemos padecido, así como las de nuestra familia y amigos, empresa en la que trabajas, lugar en el que estudias y sus resultados que a su vez el centro educativo mete en el ordenador -sabiéndolo o no-, conectado a la red con puertas de entrada en los mismos sistemas windows, explorer, chrome y office. Lo que buscamos en Google y lo que nos interesa. Quién es nuestra pareja o amigos, nuestros gustos o rechazos. Nuestras multas, afiliaciones o casos judiciales presentes, y pasados pues todo se guarda en discos duros que incluso al deshacerse de los ordenadores, un equipo pasa a recoger los viejos de juzgados e instituciones y estos discos duros extraídos se envían a Holanda en dónde se extraen todos los datos pasados que incluso hemos olvidado.

Todos estos datos se van a analizar desde el nuevo edificio de servidores y analizadores cuánticos de la Otan en la misma rue de la Loi junto al Parlamento Europeo.

Cuando un gobierno se protege en los juzgados de un pueblo herido, expoliado y vilipendiado, es que está acabado.
Si toda la mayoría absoluta dada por la propia ciudadanía a la que martirizan, no basta para protegerse de ella es que su final está próximo y su legitimidad agotada, y solo por la fuerza, la manipulación de la justicia y sus medios les pueden hacer perdurar de vil manera.

http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2014-03-28/biotecnologia-que-se-diluye-en-el-cuerpo_107968/#