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«Las enfermedades del confinamiento harán una sociedad débil y depresiva similar a la de la postguerra. En los niños serán irrecuperables».

17 de marzo de 2020

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La falta de empleo, el parón forzado, la pérdida de empleo, la inmovilidad forzada y prolongada, la falta de esperanza y confianza en el sistema y en sí mismos, irascibilidad en un principio y luego debilidad emocional, desarreglos en el aparato digestivo, incapacidad para superar los traumas, el estrés de la convivencia confinada y prolongada: son una bomba de relojería de debilitamiento de toda la sociedad occidental, el enriquecimiento de las farmacéuticas con la venta de antidepresivos y estimulantes de otra parte, vitaminas, y pastillas para todos. Si querían una sociedad débil y sin esperanza que obedezca, la han logrado, la gente se somete por el miedo y las amenazas de los políticos y funcionarios que sí conservan su empleo y seguirán cobrando frente a una sociedad empobrecida, sin empleo y sin recursos, y como han destruido la estructura familiar se verán solos, solos con su móvil dónde los WhatsApp sonarán huecos y repulsivos cuando descubres la verdad. Los únicos que tienen derecho a cobrar de la enfermedad y la muerte son el personal sanitario y asociados, los militares, la policía, los bomberos, pero nunca jamás los políticos sin escrúpulos inútiles pasivos destruye personas, y menos aún hipermercados que se han enriquecido a cuesta del sufrimiento ajeno sin descuento en sus productos cuando la gente en su mayoría ha perdido su fuente de ingresos. INMORAL, CRIMINALES. Políticos especialmente socialistas y comunistas que presumen de sociales pero no renuncian a su sueldo en medio de la miseria y la depresión que nos asola y asolará. Banda armada de palabras falsas y risas mientras dan la noticia de la muerte. 

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Confinamientos superiores a un mes. El futuro satánico que nos espera a Occidente:

En los niños serán irrecuperables privado de esperanza y con niveles de estrés insuperables de por vida.

En los adolescentes los hará depredadores, oportunistas, desconfiados, sin escrúpulos, carente de fe y dispuestos a todo.

En los mayores principalmente al parón en sus vidas, la pérdida de sus empleos y empresas. La gran mayoría ya no funcionará igual en sus trabajos los que los encuentren y consigan.

En los ancianos les planteará el que sobran, la mayoría tendrán ganas de morir. El efecto del confinamiento les hará perder la cabeza a muchos por el nivel de incertidumbre y estrés. Ni siquiera los hijos y nietos que son el vínculo más estrecho son la vida dejarán de tenerlo para dejarse morir lentamente o rápidamente.

Veremos un aumento de millones de personas con nuevas enfermedades mentales y problemas psicológicos de peso, ansiedad, falta de concentración, imsonmio, pérdida del sueño, problemas de rendimiento futuro en la vida y en el trabajo, los más jóvenes como a los perros encerrados les nacerá la violencia, y los niños y mayores de cuarenta años verán un ocaso en la esperanza, en la fe y dado que vivimos tiempos de ateísmo no tendrán a lo que agarrarse ni en lo que cobijar sus pensamientos de inseguridad e inestabilidad.

Los autores del NOM del confinamiento saben perfectamente lo que hacen: acelerar la eugenesia y provocar la demanda de eutanasia. Millones de dólares en medicamentos para enfermedades mentales, depresiones y desesperanza serán consumidos como churros cuando no medicamentos para estimular los músculos y la actividad perdida.

Hartos de cocinar, de limpiar, de ordenar, de discutir en muchos casos en familia, de a diferencia de en el pasado hartos de ver televisión, ordenador, y móviles. Habrá un rechazo repentino a los móviles, la gente habrá adquirido un nivel de saturación de como cuando lleva comiendo lo mismo durante mucho tiempo, al final se rebota el deseo.

 

POSTDATA 22 MARZO 2020: 

Urgente: «miles de personas envenenadas a la cloroquina en Nigeria».

 

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